No
sé qué tienes, que me haces pisar nubes;
No
sé qué haces, que alteras levemente mi realidad y la vuelves casi un sueño;
No
sé tus pensamientos, pero tú robas los míos;
No
sé lo que susurras al ver una puesta de sol, pero mis labios pronuncian tu
nombre;
No
sé el deseo que alberga tu pecho, pero yo quiero compartir el mío contigo;
No
sé qué sientes al ver la noche estrellada, pero yo recuerdo aquella vez que te
conocí.
Sin
embargo sé que cada suspiro que doy,
Es
echar atrás la memoria
Y
recordar tu sonrisa cálida,
Tus
ojos vivaces y sinceros lanzando un: “te quiero”,
Tus manos
tomando las mías,
Y una promesa sellada por un beso...
También sé, que
mis palabras
Poco reflejan…
lo mucho que te quiero,
Que mi boca dice
poco
A lo que debería
decir,
Pero si me miras
a los ojos,
Lo sabrás,
sabrás que te quiero, una y mil veces.
Sé que mis
versos son pobres,
Y que mi pluma
es torpe…
Pero no pretendo
impresionarte,
Sino, serte
sincera y liberar el alma,
Poner el corazón
en el lápiz,
Para decir que
me has vuelto una soñadora (irremediablemente),
Confesarte que
traes una melodía
A la rutina de
mis días,
Y color… a las
jornadas grises.
Te quiero, es simple.
*Dedicado a Ian