Oír, muchas veces el mismo sonido,
escuchar siempre la misma canción
que suena en la vida
de cuantos se resignan a oírla,
es un recuerdo ido,
una memoria perdida,
sólo basta oírla con sazón.
¡Horrible canción!
te veo vagar lenta y cortante,
áspera y distante;
con tu melodía rota,
caen las notas,
y se alcanza a oír una vez más
la triste canción, que no parará.
Esta canción es distinta,
a las antes oídas,
golpea con sus acordes
a mi corazón sin medida
y en silencio me pregunto
cuándo acabará,
al parecer no tiene final.
Oscura melodía...
sólo me hablas de soledad,
y con melancolía
cuento los minutos y los días...
¿Hasta cuándo te quedarás?
Sólo vete, y no me hagas daño al pasar,
sólo vete, para a otro corazón atormentar.
Tengo miedo de escribir...
y dejar que mi lápiz recorra
libremente las hojas
de un cuaderno manoseado y gastado,
al que muchas veces se le han arrancado
hojas y hojas... con pensamientos,
ideas y memorias de un corazón afligido
y muchas veces corregido, pero...
En esta ocasión es distinto, sí que lo es...
esta vez le permitiré a mi lápiz
explorar nuevos rincones de mi corazón,
lugares nunca antes incursionados, nunca antes alcanzados;
por eso digo que tengo miedo,
miedo de mi lápiz indiscreto,
miedo de dejar al descubierto
todo lo que yo por ti siento...
Sólo intentaré silenciar a mi corazón,
para que no hable demasiado...
pero aún así grita los sentimientos por ti,
allí encontrados.
Porque llenaste el vacío,
porque estás conmigo,
porque me has dado tantas cosas...
¡Gracias!
Aunque traté de esconderme en mi
aún así me encontraste
y supiste consolarme.
Y sin yo quererlo,
me vi en este extraño y poco explorado sentimiento,
pero... ¿por qué será que perturbas mis pensamientos?
es porque te extraño, lo sé bien,
pero... ¿por qué te extraño en esta forma?
¿será que te quiero?, no lo creo,
es más que eso,
¿será que te ...?
